La revolución digital ha transformado la manera en que nos relacionamos con el mundo, y en el corazón de esta revolución se encuentra la creciente influencia de las Redes Sociales. En Euskadi, como en muchos lugares, jóvenes talentosos han encontrado en estas plataformas no solo una vía para expresar sus pasiones, sino también una oportunidad laboral significativa.
El pasado 4 de Noviembre, tuvimos la oportunidad de explorar las experiencias de cuatro influyentes digitales vascos, cuyas historias no solo arrojan luz sobre los orígenes y roles de los creadores de contenido, sino que también desmitifican la visión romántica que rodea a la vida de los «influencers».
Esta mesa redonda fue una de las actividades que se llevaron a cabo en el marco del evento «DEX DURANGALDEA», organizado por Gaztedi Durangaldea y la Diputación Foral de Bizkaia. Este evento ha proporcionado un espacio crucial para que estos influencers compartieran sus experiencias, brindando a los jóvenens una perspectiva valiosa sobre los desafíos y oportunidades laborales del mundo de las Redes Sociales en Euskadi.
Ser influencer: una cuestión de personalidad y responsabilidad
Paula, influencer de moda en tallas grandes y activista «Body Positive», comenzó en redes sociales, compartiendo experiencias personales con un público de mujeres con inquietudes similares. Su comunidad se desarrolló a partir de referentes en los Estados Unidos y a su participación en una incipiente comunidad en España.
Por su parte, Jasone, estudiante e influencer de moda, contó sus inicios grabando vídeos con una GoPro hasta que la casualidad le empujó a dar el salto a Instagram y Tik Tok, mientras que los orígenes de Mikel se remontan a sus inicios compartiendo videos de surf en Youtube, sin más pretensión que compartir actividades con amigos.
El caso de Iñaki es algo distinto: formado como educador de primaria, Iñaki ha dejado de lado su inicial vocación para convertirse en un referente en la creación y difusión de contenido culinario en Euskadi, algo que le viene por afición.
El término «influencer» se ha convertido en una palabra de moda, pero en las intervenciones de los invitados quedó de manifiesto que su significado va más allá de la simple promoción de productos.
Iñaki, creador de contenido gastronómico, afirmó que se puede ser un narrador en redes y separar la identidad privada. «Yo creo que un influencer enseña más lo que es su vida, su estilo de vida, lo que hace en el día a día, y yo creo que yo me dedico más a enseñar las recetas que hago, y mantener mi vida privada al margen»
Paula, por otro lado, puso de manifiesto que “Influencer es una palabra que se ha devaluado mucho porque hay gente que no tiene ningún tipo de criterio, y hace colabs sin valores ni esas cosas», mientras apuntaba que “una de las responsabilidades de tener una audiencia es seguir unos valores y respetar a esa audiencia».
En lo que respecta a Mikel, su mensaje no dejó lugar a dudas: «Me ha tocado tener esa etiqueta, pero a mí me gusta más decir que cuento historias. No me gusta cargarme en la espalda la labor de educar a nadie. Yo no educo a nadie, yo viajo por el mundo y te cuento historias y te enseño cosas que habitualmente no estás acostumbrado a ver, pero influencer… de rebote te toca, porque haces esto de repente alguien te dice que le has inspirado…»
Jasone sugirió que no considera necesario tener un un título para trabajar en Redes Sociales, pero “es verdad que la audiencia deberia elegir mejor a quien hace famosos y a quién no. No creo que sea necesario tener un graduado, pero si es necesario tener una educación en valores y en ética.»
La receta del Éxito: Requisitos para trabajar bien en Redes Sociales
Cada uno de los invitados apuntó a un factor clave para tener éxito en Redes Sociales. Para Paula, la importancia de la naturalidad y la autenticidad a la hora de crear contenido es esencial, mientras que Iñaki aseguro que lo importante es “Ser tu mismo. No forzar buscar el éxito, sino hacerlo porque te gusta . […] No considero que haya hecho nada en especial, ni que haya transmitido un mensaje que sea muy potente de replicar porque lo único que hecho ha sido currar con naturalidad y ha sonado la flauta».
Por su parte, Mikel dejó claro lo que para él es esencial para tener éxito en Redes Sociales: «Disfrutar, encontrar un contenido que te guste y disfrutar creandolo. En segundo lugar ser muy constante, la constancia es la clave de todo, y en tercer lugar, paciencia. […] Yo subo el contenido que a mí me gusta, y quiero que la gente lo vea, y aprenda. Intento enseñar, que la gente aprenda y se lleve un contenido que aporta.»
Por su parte, Jasone puso sobre la mesa la complejidad derivada de la actividad en redes sociales y las consecuencias a la exposición pública. En ese sentido, la capacidad de abstraerse de los problemas como herramienta para preservar la propia salud mental también se manifiesta como esencial para mantener una presencia saludable y sostenible en Redes. Mientras Jasone subrayó que «Cada uno podemos aportar algo, porque cada uno tenemos unas vivencias», Paula confesó que «yo tengo muchísimo hate, todas la mujeres gordas tenemos muchísimo hate, se está poniendo muy de moda en tik tok el ir contra nosotras. «
Vivir de las Redes, más allá de la visión romántica
Uno de los puntos más cruciales de la mesa redonda fue la discusión sobre la viabilidad de vivir de las Redes Sociales. Mikel reveló que vive de las Redes y es autónomo, tributando en España desde hace dos años. Por su parte, Paula, aunque valoró las ventajas y la libertad de trabajar desde cualquier lugar, no dejó de apuntar los sacrificios implícitosa. «No es comparable, pero hay curro detrás, estamos muchísimas horas pegados al móvil o a cualquier dispositivo, siempre tenemos que estar medio conectados, y eso también tiene su carga mental y hay que pagar la terapia», finalizando que «hay que saber separar, pero muchas veces es complicado».
Iñaki compartió su reciente experiencia de rechazar una oportunidad laboral en el ámbito de la Educación porque «compaginar las dos cosas lo veía inaccesibe, porque al final tienes que ofrecer contenido de calidad, y también tienes que rendir como educador, y cancelarlo a última hora en casa fue un poco chocante, porque rechazas un trabajo fijo, un trabajo asegurado, un trabajo de tus horas, tu sueldo, tus vacaciones, por algo que es «ficticio»… y es verdad que yo no sé cuánto voy a cobrar el mes que viene y cuánto voy a trabajar.»
Estos testimonios destacan que, si bien vivir de las Redes Sociales es una posibilidad, conlleva desafíos y decisiones difíciles. La falta de seguridad laboral y la incertidumbre financiera son aspectos a tener en consideración: si bien el camino puede ser incierto, queda claro que para aquellos que están dispuestos a comprometerse y trabajar arduamente, las Redes Sociales pueden convertirse en una plataforma significativa para compartir historias, inspirar y vivir de ello.